Entrevista

Hoy hablamos con Eugenio Pérez, de 32 años, y cuya afición por la música y la guitarra le ha llevado a tocar en 3 grupos locales: Panteón, Kraten, y Ramsay. En la actualidad prefiere trabajar por su cuenta y ser considerado un músico autodidacta. Pero mejor que nos lo cuente él: 

Eugenio, ¿cómo empezó tu afición por la música?

Mi afición por la música empezó en 3º de E.G.B., cuando en el colegio nos empezaron a dar clases de música. Era la asignatura que más me gustaba: tomaba notas sin que el profesor me lo dijera, prestaba más atención que a las demás…

También escuchaba mucha música desde pequeño, grupos como Barricada y típicos de aquí. Conforme iba creciendo sentía que me gustaba el rock, y cuanto más duro fuera, más me gustaba. Así pasé al heavy metal, que en esos tiempos era lo que estaba de moda: grupos como Manowar, Helloween, Metállica, Sepultura…

¿Por qué te decidiste por la guitarra y no por otro instrumento?

Básicamente por la música que escuchaba. La base del rock duro es la guitarra, es lo que lleva la melodía, y eso es lo que yo quería hacer.

Al principio empecé con una guitarra clásica que tenía mi abuelo en el pueblo, con las cuerdas separadas del mástil, muy incómoda de tocar, con un mal sonido… Un día le dije a mi madre que me encantaba la guitarra y que quería aprender a tocarla, y ella me metió en clases de guitarra clásica. Además me regaló una guitarra clásica nueva, y del cambio de una a otra se me hacía muy fácil aprender, y parecía que la música se tocaba sola. Estuve un año aprendiendo guitarra clásica, no era lo que yo quería pero me sirvió de mucho, ya que esta música es mucho más difícil de la que yo quería tocar.

¿Cómo te decidiste a formar un grupo de música?

Cuando vi que podía tocar una canción sencilla de Barricada como “No hay tregua” creí que era el momento. Tuve la suerte de que un primo mío tocaba la batería, y junto a los pocos conocimientos que tenía yo de Barricada empezamos a tocar canciones propias y alguna versión de Barricada. Al principio no eran gran cosa, pero como son tus primeras notas todo te suena bonito y te piensas que eres el mejor de Pamplona hasta que ves a otro grupo.

Luego queríamos ir más en serio, y buscamos un bajista. En cuestión de un año hicimos 14 canciones propias. Ensayábamos en la Casa de la Juventud de Larrabide y hacíamos allí conciertos. No eran conciertos profesionales, tocaba cualquiera. Te invitaban a unas cervezas y tocabas. Y como te aplaudían, cada vez te gustaba más aquello de tocar.

¿Por qué dejaste tu último grupo?

Trabajando a turnos es muy difícil coincidir entre semana con los demás miembros del grupo, y por eso dejé Ramsay. Requiere mucho sacrificio estar trabajando y tener que quedar con un grupo todos los fines de semana, todas las vacaciones… Por eso me decidí a tocar por mi cuenta.

Y en la actualidad, que ya no tocas en ningún grupo, ¿cuál es tu relación con la música?

Ahora lo que hago es bajarme karaokes de internet, karaokes sin guitarra, para practicar. Con internet tienes todas las canciones que quieras a tu alcance.

¿Qué diferencias encuentras entre el primer y el último grupo en el que has estado?

Al principio cuando empiezas con la guitarra no puedes tocar cualquier canción, y tocas canciones sencillas, simples… un rock and roll flojillo, que puede hacer cualquiera que toque un poco la guitarra.

Cuando pasamos de ser Panteón a Kraten cogimos un cantante, y hacíamos mejor música (más melódica, más rítmica…) porque con más componentes cada uno podía centrarse en lo suyo. Recuerdo un concierto en fiestas de Galar, y sonaba bastante decente.

Como Ramsay nos hemos juntado gente que ya había estado en otros grupos, y nuestras canciones eran ya más complejas, con más experiencia.

¿Cuál es tu grupo de música favorito?

Mi grupo favorito es Metállica, y el 90% de las canciones que toco son de Metállica, aunque hace poco he descubierto grupos de metal core, como Killswitch Engage, All that remains…

Por último, ¿qué consejo le darías a alguien que quiere empezar en esto?

Dedicación, sobre todo dedicación. Además, ahora con internet es todo mucho más fácil: hay miles de grupos y miles de canciones de las que puedes bajarte karaokes, existen programas como el Guitar Pro… Pero lo más importante la dedicación: sacar por lo menos una hora al día para tocar la guitarra.