El título de este post es el clásico tópico de la música moderna. Es un resumen de lo que un auténtico rockero está dispuesto a "sufrir" para llegar arriba.
Hablemos primero del sexo, seré breve ya que no se conoce a nadie que haya muerto a causa de practicar sexo, pero sí de enfermedades derivadas de este, como el Sida. El ejemplo más conocido es el del front-man del grupo de ópera-rock Queen, Freddy Mercury, tan querido en el mundo del Rock. A pesar de que el sexo no haya causado daños, es factor importante dentro de la música ya que está presente desde el movimiento de caderas de Elvis Presley hasta el último videoclip del grupo alemán Rammstein, de carácter muchísimo más explícito.
Pasemos a las drogas. Las drogas han quitado tanto como han dado al mundo musical moderno: se llevaron a Kurt, al carismático guitarrista de los Red Hot Chili Peppers, Hillel Slovak, Josu de Eskorbuto y a muchos más. Pero, ¿qué hubiese sido de los Beatles sin LSD? ¿y de nosotros sin ellos?. Está claro que sin heroína, Kurt Cobain, guitarrista, vocalista y profundo compositor de Nirvana, no sería un ser tan depresivo, lo que le hizo componer semejantes obras de arte como "In Bloom", "Smells like teen spirit" o "Come as you are". Este es un ejemplo del las aportaciones de las drogas al Rock.
Por todos es sabido que el mundo del Rock es un territorio de excesos de todo tipo, veáse el ejemplo de los desmadres de los Led Zeppelin en los hoteles. Algunos de estos desfases se han plasmado en la gran pantalla: Rockstar (2001), es la historia del sueño cumplido de cualquier fan del heavy metal: cantar con su grupo favorito, Casi famosos (2000) o Cero en conducta (1999), de la cual ya ha hablado mi compañero Iker.
Aquí les dejo el trailer de Rockstar:
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